Con motivo de la celebración del 475 aniversario de la fundación de la Universidad de Granada, y en colaboración con el Parque de la Ciencias con sede en la ciudad, se desarrolló una exposición con el título Los inicios de la Cartografía Científica: La imagen del mundo y los mapas de los siglos XVI y XVII de la Universidad de Granada (enero-septiembre de 2006), que tuvimos el honor de comisariar creando el concepto de la exposición, los textos, la selección de fotografías y obras originales o facsímiles. El fundamento material de esta exposición partió de los mapas que alberga el importante Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Granada, tal y como exponíamos con detalle en la primera parte del artículo Los mapas de la Universidad de Granada, de los que se expusieron una representativa muestra.
Con este motivo, en el proceso de documentación de la exposición se eligieron no sólo mapas, sino sobre todo aquellos detalles de los mismos que mejor elucidan los aspectos antes mencionados. Así, se revisaron 41 volúmenes, con alrededor de 1.200 mapas, planos y grabados, habiéndose seleccionado alrededor de 400 detalles de mapas y planos, y fotografiado, con Ambrosio Molina (fotógrafo del Centro de Instrumentación Científica de la Universidad) finalmente, 370. Esta documentación se entramó para generar el discurso expositivo, que se articuló en torno a cuatro ámbitos expositivos. Proceso de selección que también sirviera de base para la inclusión de 70 fotografías de detalles de mapas en la realización del catálogo de la exposición.
La tradición occidental: La Antigüedad y el Medievo. Se planteó como ámbito introductorio donde se reseñaban, con la exposición de dos ejemplos concretos de mapas, la existencia de tradiciones cartográficas que se inspiraban claramente en concepciones distintas a las que, con posterioridad, elaboración la base de los mapas científicos. Entre ellas destacaba la reproducción de las tablas itinerarias romanas, mapas construidos para su utilidad en los desplazamientos a través del territorio del Imperio Romano. Eran mapas lineales, al modo de los actuales mapas de metro.
Los mapas y la Revolución Científica. Por medio de este ámbito se pretendió poner de relieve la importancia global para la sociedad europea del fenómeno de la Revolución Científica, y sus consecuencias y plasmación con el nacimiento de una nueva cartografía. En este contexto se produjeron numerosos avances en la representación de la tierra en los mapas, en especial la cuestión de la proyección cartográfica. Se plasmaron así nuevas técnicas de representación cartográfica para trasladar al mapa, que es un plano, la representación de la tierra que es curva. Para ejemplificar este periodo se expuso una reproducción del atlas de Orteluis así como la exposición de numerosos instrumentos de medición astronómica cedidos por el Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando.
Una nueva cartografía para la nueva Europa. El desarrollo expositivo de este ámbito se propuso profundizar en algunos aspectos de interpretación social de los mapas de este importante periodo histórico. La cartografía de estos siglos no solo denotaba avances científicos. Con la misma intensidad existía en ella una clara intención de mostrar aspectos culturales e históricos de los espacios representados. Pueden leerse en estos mapas las interesantes relaciones que se producen entre el nuevo instrumento cartográfico y la sociedad europea del momento, inmersa en profundos cambios internos y en un proceso acelerado de expansión mundial. De este modo proliferaron los mapas y atlas sobre numerosos territorios del mundo, al mismo tiempo que los propios mapas europeos incluían gran profusión de datos y referencias históricas de sus territorios representados. Europa muestra, también a través de su cartografía no solo los descubrimientos e informaciones que se acopiaban de otros territorios, sino también su propio descubrimiento, una toma de conciencia, de su propio continente.
La imagen del mundo. Por medio de este ámbito final se quiso enfatizar y realzar la mirada a los mapas a través del potente dispositivo visual que acompañaba y componía los mapas. Por tanto se centró en mostrar el papel que cumple el uso de imágenes, escenas y figuras como una característica consustancial a la cartografía hasta tiempos recientes, que irá desapareciendo conforme el transcurso de las centurias conducen la cartografía hacia la codificación del mapa. En la época que nos ocupa, los siglos XVI y XVII, estas imágenes y figuras, la iconografía, no sólo cumplen una función decorativa sino que ponen de relieve informaciones sobre los territorios que, en muchas ocasiones, es muy superior a la propia información topográfica, siendo además fácilmente comprensible por un público más amplio. De este modo las imágenes y escenas representadas convirtieron los mapas y atlas en auténticas exposiciones y muestras de tradiciones, hechos históricos y representaciones mitológicas, haciendo de ellos auténticas obras de arte y, como tales, un instrumento para mostrar los valores de una sociedad muy cioncreta, la europea en este periodo central de la Historia Moderna.
Este catálogo, creado por la Universidad de Granada a cargo de Ricardo Marín Viadel, a partir de los textos e imágenes desarrollados para la exposición, y añadiendo otros relacionados con actividades creadas como orientaciones didácticas durante la exposición. Su título reproduce el de la exposión, La imagen del mundo. Los inicios de la cartografía científica en los mapas de los siglos XVI y XVII de la Universidad de Granada, contiene una elaborada interpretación e identificación de los distintos aspectos reseñados en los anteriores ámbitos. Todo ello con la ilustración de 70 reproducciones de detalles de mapas, acompañando los textos.
En este contexto, Rafael Hernández del Águila, profesor de Geografía de la Universidad de Granada, presentaba la exposición en el catálogo que se publicara con motivo de su celebración con las siguientes palabras:
La cartografía constituye un vehículo privilegiado para entender tanto la percepción de una imagen determinada del mundo como la producción y difusión de distintas lecturas del mundo. Es evidente que el mapa es un instrumento con el que se representa el espacio. Para ello echa mano de conocimientos, científicos o no, y precisa de determinadas técnicas. La elección, selección o simple posibilidad de unas y otras técnicas o conocimientos, constituye un condicionante para la lectura de la realidad. Es decir, con independencia del mayor o menor rigor científico o de la complejidad y precisión técnica con que se elaboran, los mapas tienen una indudable lectura social e ideológica que produce y propone determinadas visiones del mundo (…).
© 2022 Mapa Cultural Ediciones
Sitio web diseñado y desarrollado por Citysem Marketing